El petróleo, apodado 'oro negro', ha sido durante mucho tiempo una pieza fundamental en el motor de la economía global. Como uno de los principales insumos energéticos para la industria y el transporte, los precios del petróleo pueden tener un efecto significativo en la economía mundial, afectando desde el crecimiento del PIB hasta la inflación y las tasas de cambio.
El recién elegido Presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha hecho grandes promesas. La reducción de la pobreza y de la desigualdad social encabezan la lista, pero también ha prometido abandonar la economía de combustibles fósiles y convertir a Colombia en líder de la transición energética. Como parte de su plan se incluye un audaz programa de reforma fiscal, caracterizado por el aumento de los impuestos a las personas de altos ingresos y a las industrias extractivas.
La energía es una pieza esencial para el funcionamiento de nuestras sociedades modernas. Desde las industrias hasta los hogares, dependemos de un suministro constante y fiable de energía. Sin embargo, el modelo energético actual, fuertemente basado en el petróleo, presenta varios desafíos. Estos incluyen la volatilidad de los precios, las emisiones de gases de efecto invernadero y, en particular, la seguridad energética.
Se espera que la producción de petróleo y gas de India entre 2023 y 2032 alcance un pico alrededor de 2027, principalmente debido a los proyectos de la Cuenca Krishna Godavari (KG) operados por Reliance Industries Limited y la Oil and Natural Gas Corporation (ONGC), según S&P Global Commodities.
Un reciente informe económico subraya dos elementos fundamentales para la revitalización de la economía de Colombia: la contención de la inflación y el precio estabilizado del crudo. Estos dos factores son esenciales para el progreso económico del país, y su mejora se traduce en un beneficio importante para los colombianos.