Dentro del cambiante paisaje del transporte, en el que la búsqueda incesante de opciones más limpias, eficientes y sostenibles constituye una fuerza motriz inquebrantable, el imperativo global de frenar las emisiones y combatir el cambio climático ha encendido un crisol de innovación. En medio de este torbellino de progreso, una innovación emerge como un cambio de época: el Pi Car.
En la cresta de la ola tecnológica emergente, los vehículos autónomos, también conocidos como vehículos de conducción autónoma (AV), están dando forma a un futuro de movilidad avanzada y sostenible.