Estamos en el umbral de una transformación monumental, moviéndonos de un modelo de economía lineal - donde producimos, consumimos y desechamos - a una economía circular, donde los recursos se mantienen en uso el mayor tiempo posible. Al mismo tiempo, la eficiencia energética se está convirtiendo en un pilar fundamental para garantizar un futuro energético sostenible.
Los hogares son el corazón de nuestras vidas y, sin embargo, representan una proporción significativa del consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global. Transformar la forma en que usamos la energía en nuestros hogares no sólo puede ayudarnos a ahorrar dinero, sino también a hacer nuestra contribución a la lucha contra el cambio climático.