Nos encontramos al borde de un nuevo horizonte financiero: la era del dinero digital. Con el surgimiento de las criptomonedas y la tecnología blockchain, nuestra concepción del dinero, cómo lo usamos, almacenamos e intercambiamos, está siendo desafiada y reimaginada.
En una era donde la movilidad y la conectividad son esenciales para el desarrollo social y económico, las infraestructuras de transporte se han convertido en el esqueleto de nuestras ciudades y naciones.
Vivimos en un mundo cada vez más conectado. Cada día, generamos incontables cantidades de datos a través de nuestras interacciones digitales: desde hacer una compra en línea hasta actualizar nuestro estado en las redes sociales.
Hace siglos, durante la fiebre del oro, los aventureros viajaban a tierras desconocidas, equipados con picos y palas, con la esperanza de descubrir una veta dorada que les cambiaría la vida.