La explosión de los parques eólicos marinos está remodelando la fisonomía oceánica y provocando una revolución en el sector de las energías limpias. Al ser capaces de producir vastas cantidades de electricidad ecológica, estos parques se están consolidando como agentes clave en el camino hacia un futuro energético más sostenible. Los parques eólicos marinos, que consisten en enormes turbinas instaladas en el océano, han evolucionado y proliferado con rapidez desde que se instaló el primer parque en Dinamarca en 1991. Actualmente, más de 100 de estos parques funcionan a nivel global, sumando una capacidad combinada de más de 23 gigavatios (GW). Se espera que este crecimiento continúe, con la Agencia Internacional de la Energía (AIE) proyectando que la capacidad de la energía eólica marina se incremente por 15 para el 2040, llegando a más de 350 GW.
Los parques eólicos marinos se destacan por su habilidad de producir cantidades significativas de electricidad sin emitir gases de efecto invernadero dañinos. Las turbinas marinas, al ser más grandes y potentes que las terrestres, pueden aprovechar los vientos marinos, que son más fuertes y constantes. Este aspecto hace que estos parques puedan producir más electricidad por cada unidad de capacidad instalada, convirtiéndolos en una opción atractiva para aquellos países que buscan disminuir su dependencia de los combustibles fósiles y cumplir sus metas climáticas. Estos parques también tienen la ventaja de poder ser ubicados lejos de las zonas con alta densidad de población, reduciendo así su impacto en las comunidades locales y los ecosistemas.
El auge de los parques eólicos marinos se ha visto impulsado por notables avances tecnológicos y disminuciones en los costos. El tamaño y la eficiencia de las turbinas han incrementado notablemente en la última década, al mismo tiempo que los costos de instalación y mantenimiento se han reducido. Esto ha resultado en que la energía eólica marina sea más competitiva frente a otras formas de generación de electricidad, incluyendo los combustibles fósiles y la energía nuclear. Aunque los parques eólicos marinos presentan ventajas significativas, también existen desafíos que deben ser abordados para aprovechar completamente su potencial. Un desafío importante es la inversión necesaria en infraestructura de red y en soluciones de almacenamiento de energía, debido a la naturaleza intermitente de la energía eólica. No obstante, los beneficios de la energía eólica marina son cada vez más evidentes en la transición hacia un futuro energético más sostenible. Con la capacidad de producir grandes cantidades de electricidad limpia, generar empleo e impulsar la innovación en el sector de las energías renovables, se espera que los parques eólicos marinos jueguen un papel crucial en la transición energética a nivel global.